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Shennong o Shen Nung fue un emperador chino que vivió aproximadamente en el 3000 a.C. Su nombre significa "El Granjero Divino" y según la mitología china fue quien transmitió a los antiguos la práctica de la agricultura, especialmente de los cereales, con el fin de sustituir la caza como fuente principal de alimentación.
No solo enseñó a su pueblo a cultivar, sino que según se dice, tanto su esposa como él mismo trabajaban los campos junto a los demás agricultores. Por todo esto, se le acabó considerando el dios de la labranza, una de las deidades mas veneradas de la cultura china.
Aunque quizás, su aportación más reconocida fue la introducción a la medicina herbolaria. Se dice que ingirió centenares de plantas cuyos efectos se desconocían, para comprobar su valor medicinal o alimenticio, con el resultado de que se envenenó una considerable cantidad de veces.
Sin embargo, sus descubrimientos y enseñanzas sentaron las bases de la medicina tradicional china, pues no solo se encontró con diversos venenos y sus antídotos, sino también con una gran variedad de plantas comestibles y con efectos terapéuticos, que se recogen en los primeros tratados de farmacología china. Especialmente en el libro ¨Shennong Bencao Jing" (Clásico de las raíces y hierbas del Divino Granjero) que fue recopilado hacia el 2000 a.C. y presentaba 365 sustancias medicinales, divididas según sus virtudes tonificantes, terapéuticas y venenosas. (A día de hoy, la mayor parte de su contenido sigue siendo correcto).
Otra de sus aportaciones a la salud, fue su norma de que toda el agua destinada a consumo humano fuese previamente hervida. Creo que todos podemos imaginar las importantes repercusiones que esto tuvo para el bienestar de la sociedad de aquella época.
Este también es el precedente de una bonita y conocida leyenda china: el descubrimiento del Té.
Según la leyenda, Shen Nung se encontraba descansando bajo un árbol mientras hervía su agua, como siempre, antes de beberla; cuando una ráfaga de viento arrancó unas hojas de la planta que cayeron en el caldero tiñendo el agua de color cobrizo y desprendiendo un agradable aroma. Como siempre, intrigado por los efectos de plantas desconocidas, Shen Nung probó el agua y descubrió maravillado como la deliciosa bebida revitalizaba su cuerpo y su mente.
Desde entonces, el emperador alentó al pueblo a cultivar esa planta y a prepararla en infusión como su bebida cotidiana.
"El té apaga la sed, reduce las ganas de dormir, alegra y aviva el corazón"
Además, Shen Nung usó el té como remedio a muchas de las intoxicaciones que sufría a menudo durante su experimentación con las plantas. Hasta el día de su muerte, cuando ingirió una tan venenosa y con efecto tan rápido que no le dio tiempo a tomar el té antes de que los intestinos se le deshicieran.
De su vida y muerte, sea mito o realidad, nosotros nos quedamos con 3 valores y enseñanzas primordiales:
- Su humildad y preocupación por su pueblo, para quienes mejoró la calidad de vida, dejándoles como legado la agricultura, la medicina y los principios sanitarios.
- La experimentación como la base de la ciencia y el conocimiento.
- Los peligros de la automedicación, sin tener los conocimientos necesarios.
Es por todo esto que elegimos su nombre, como homenaje a uno de los padres de la medicina y la botánica.